sábado, 16 de abril de 2011

El Disco duro capaz de autodestruirse

El dispositivo, creado por Toshiba, identifica determinadas conexiones como fiables, mientras que para el resto los datos quedarían inaccesibles




La compañía japonesa Toshiba ha fabricado un disco duro que tiene la capacidad de formatearse automáticamente o denegar el acceso a su contenido si es conectado a un dispositivo desconocido. A partir de la configuración que realice el usuario, el producto puede identificar determinadas conexiones como fiables, mientras que para el resto los datos quedarían inaccesibles.

El nuevo disco duro de Toshiba, de la familia MKxx61GSYS, dispone de cinco discos de un tamaño entre 160 GB hasta 640 GB, que funcionan a una velocidad de 7200 RPM.

Pero especificaciones técnicas aparte, el disco duro de Toshiba tiene una característica novedosa. Ésta destaca por encima de otras medidas de seguridad puestas en marcha hasta ahora. Consiste en que el dispositivo detecta a dónde está conectado. De esta forma, si conoce el puerto al que se ha enchufado, se desbloquea.

Si por el contrario se conecta a un dispositivo que no está en su memoria, cierra el acceso a su contenido. Lo hace de dos formas: la primera consiste en bloquear la información (o al menos cierto tipo de información, que el usuario selecciona previamente) para que nadie pueda examinarla.

Destruir información

La segunda forma de impedir el acceso a los datos es más radical. Se trata de dar formato al disco duro. Esto lo hace el producto automáticamente según las indicaciones del usuario y dependiendo de las situaciones que se le hayan propuesto. Así se destruye toda la información y no hay manera de que alguien acceda a ella.

Para casos en los que el disco duro sea robado y, tratándose de instituciones estatales u organizaciones con información clasificada, de alto riesgo, la idea de Toshiba cobra bastante importancia.

Se trata de un paso más en la seguridad de la información. Justo cuando la privacidad en internet está en duda y cuando mucha gente está tomando cada vez más conciencia de la relevancia que tiene conservar los datos, estas iniciativas para cuidar los aspectos referentes a este campo suponen un avance para los usuarios.

jueves, 14 de abril de 2011

Indicaciones para la inscripción de la 52° IMO 2011 que se reliazará en Holanda

 52° Olimpiada Internacional de Matemática (IMO International Mathematical Olympiad) Amsterdam.


Para participar de los selectivos debe cumplir con los siguientes requisitos:

- Cada colegio debe inscribir como mínimo 5 (cinco) alumnos participantes.

- El profesor responsable (Tutor) de la inscripción debe ingresar sus datos en la siguiente dirección:

http://campusvirtual.pucp.edu.pe/pucp/procinsc/jsp/Inscripcion.jsp?t=053&i=505

donde obtendrá un código.

- Hacer un pago de S/. 5.00 (cinco nuevos soles) por cada alumno participante. Con el código obtenido en la inscripción debe acercarse al Banco Continental y depositar el total por los alumnos participantes.

- Luego enviar una copia del voucher adjuntando la lista de sus alumnos con los datos de cada uno de ellos en el archivo de Excel que obtendrá de la misma página de inscripción, al correo: matemat@pucp.edu.pe

- A vuelta de E-mail, el Tutor recibirá la confirmación de la inscripción de sus alumnos en la prueba de selección.

La prueba se realizará:

Día: sábado 16 de abril de 2011
Hora: de 9:00 a.m. a 1:00 p.m.
Lugar: Pontificia Universidad Católica del Perú – Estudios Generales Ciencias

martes, 12 de abril de 2011

Científicos resuelven el acertijo de Molyneuxs 300 años después

Niños indios que han recuperado la visión ayudan a dar respuesta a una importante incógnita sobre la percepción



  
Hace más de 300 años, el científico irlandés William Molyneux planteaba el siguiente acertijo: si una persona ciega de nacimiento adquiere la vista a edad adulta y mira un cubo y una esfera, figuras geométricas que antes sabía reconocer y nombrar gracias al tacto, ¿sería capaz de distinguir con la mirada lo que ya sabía identificar con las manos? La pregunta ha permanecido como una cuestión mental sin respuesta durante siglos, hasta ahora. Un grupo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha podido terminar con la incógnita gracias a un estudio con niños ciegos en India, que afortunadamente pudieron recuperar la vista gracias a la cirugía. Y la respuesta es negativa. Los chavales no fueron capaces de hacer la conexión entre lo que veían y lo que previamente habían palpado. No sabían reconocerlo solo con sus ojos. Sin embargo, fueron capaces de adquirir esta habilidad en cuestión de días.


Los hallazgos, que aparecen publicados en la edición online de Nature Neuroscience, sugieren que la respuesta a la pregunta de Molyneux es no. El cerebro no tiene una habilidad innata para conectar diferentes tipos de información sensorial. Eso sí, puede aprender a hacerlo rápidamente.

Sinha y sus colegas identificaron temas de investigación para el estudio a través del Proyecto Prakash (la palabra sánscrita que significa luz), una iniciativa fundada en la India, con una doble misión: restaurar la vista a los niños que tienen formas tratables de ceguera, e investigar cómo el cerebro aprende a procesar la información visual.

La mayoría de los casos de ceguera en la India son causados por una deficiencia de vitamina A, cataratas, distrofias de retina u ópticos o microftalmía (ojos poco desarrollados). Alrededor de la mitad de estos casos son tratables o se pueden prevenir, pero muchos niños ciegos nunca reciben la atención médica, especialmente en las zonas rurales. Desde su fundación en 2004, el proyecto Prakash ha examinado más de 24.000 niños y tratado alrededor de 700.

El estudio más reciente es un buen ejemplo de la doble misión del Proyecto Prakash, explica Pawas Sinha, profesor en el departamento de Ciencias Cognitivas en el MIT. «Estos niños han sido tratados y sus vidas han mejorado, al tiempo que hemos podido responder a una pregunta que ha desconcertado a los científicos durante más de tres siglos», dice.

Sinha inició este estudio junto a Richard Lugar, emérito profesor del MIT de ciencias cognitivas y del cerebro y coautor del artículo. A partir de un viaje de 2007 a India, los investigadores probaron la cuestión de Molyneux con cinco pacientes con edades comprendidas entre los 8 y los 17 años. Todos eran ciegos de nacimiento (cuatro por cataratas congénitas y uno por una opacidad de la córnea).

¿Qué es este objeto?

Cada menor fue puesto a prueba en un plazo de 48 horas después de la cirugía, poco después de que su vendajes fueran retirados. En la primera prueba, a los niños se les mostró un objeto novedoso hecho a partir de piezas de plástico. Luego se les mostraron dos objetos y se les pidió que identificaran el original. Esa prueba establece que los niños pueden ver lo suficiente como para identificar las propiedades relevantes del objeto y que entienden la tarea. Los pacientes realizaron esta prueba con una precisión de más del 90 por ciento. Los pacientes también fueron muy habilidosos para identificar, solamente con el tacto, un objeto que ya habían tocado antes.

Por último, se pidió a los pacientes identificar visualmente un objeto que ya habían tocado antes. En esos casos, sus respuestas no tuvieron mucho más éxito que si lo hubieran dicho al azar. Sus ojos no sabían qué estaban viendo. Sin embargo, cuando los investigadores evaluaron a los pacientes de nuevo, tan sólo una semana más tarde, mostraron una sensible mejora. Habían aprendido a identificar los objetos. Para Yuri Ostrovski, uno de los investigadores que participó en el estudio, esta evolución significa que algunas tareas visuales, tales como la percepción de una cara, pueden tardar de seis a 12 meses en ser aprendidas después de recobrar la vista.

Un experimento «muy elegante»

Los investigadores creen que el cerebro aprende a hacer conexiones entre los diferentes tipos de información sensorial mediante el análisis de la duración de cada estímulo. Por ejemplo, si nos fijamos en un teléfono móvil y suena, el cerebro recibe a un tiempo sincronizado aportaciones de los diferentes sentidos.

David Somers, profesor asociado de psicología en la Universidad de Boston, describe el experimento como «muy elegante». «Tradicionalmente, en la neurociencia, muchas ideas vienen de la desgracia -alguien tiene un accidente y sufre un daño cerebral, o sale mal de una consulta-», explica Somers. «Hasta ahora, hemos tenido que esperar a que el cerebro falle para analizarlo. Aquí, tenemos la situación opuesta».

lunes, 11 de abril de 2011

Resuelto el misterio de los rayos cósmicos que golpean la tierra.

El Nobel de Física James W. Cronin cree que gigantescos agujeros negros pueden originar las partículas más energéticas del Universo, un fenómeno que intriga a los científicos



Recreación del impacto de rayos cósmicos contra la Tierra
Las partículas más energéticas jamás estudiadas por los físicos no se han detectado en los grandes aceleradores de partículas construidos por el hombre, sino en los observatorios astronómicos. Los llamados rayos cósmicos ultranergéticos golpean la Tierra procedentes de más allá de nuestra propia galaxia, y su energía es tal que aún no hay una teoría aceptada para explicar qué fenómeno es capaz de generarlos. Pero los datos del mayor observatorio del mundo que los detecta apuntan por ahora a que “la hipótesis más probable es que proceden de los enormes agujeros negros en el centro de galaxias”, ha explicado el premio Nobel James E. Cronin, ponente del ciclo sobre Astrofísica y Cosmología organizado en Madrid por la Fundación BBVA.

El enigma del origen de los rayos cósmicos se encuentra entre los más acuciantes de la Física actual. Cronin, uno de los principales expertos internacionales en esta área, discípulo de físicos legendarios como los premios Nobel Enrico Fermi y Edward Teller, cree que la explicación podría estar cercana.

El enigma de los rayos cósmicos de muy alta energía tomó cuerpo hace dos décadas. A principios de los noventa, varios detectores de rayos cósmicos registraron la llegada de partículas mucho más energéticas de lo que las teorías sobre fenómenos astrofísicos conocidos podían explicar. Los físicos describen el inesperado hallazgo como«ir a cazar mariposas y encontrarte con un avión en la red». Eran partículas con cientos de millones de veces más energía de la alcanzable en un acelerador como el LHC (Large Hadron Collider), del CERN, cerca de Ginebra.

“Necesitaríamos un acelerador de partículas más grande que nuestra propia galaxia para generar partículas más energéticas”, explicó Cronin. “Así que para estudiar los rayos cósmicos de muy alta energía estamos en manos de la naturaleza, sólo podemos tomar datos”.

¿Qué puede acelerarlas tanto? “Es emocionante saber que ahí fuera hay algo capaz de generar estas energías”, dice Cronin.

Cronin propuso en 1992 –junto con su colega Alan Watson- la construcción de una gran instalación que ayudara a resolver el misterio. Su idea se ha materializado en la mayor trampa del mundo para rayos cósmicos: el Observatorio Pierre Auger, en el que participan unos 500 científicos de 95 instituciones de 18 países, entre ellos España.

Cuatro rayos en cuatro años

El Pierre Auger está en marcha desde hace cuatro años en Malargüe, Argentina. “Funciona maravillosamente, los datos son de una calidad excepcional”, señaló Cronin. Sin embargo los rayos cósmicos de muy alta energía son tan raros que sólo llega a la Tierra uno por kilómetro cuadrado y siglo. Por eso, “en todo este tiempo sólo hemos detectado cuatro de las partículas de más alta energía”. Para resolver el misterio de su origen “necesitamos más datos”.

Precisamente porque los rayos cósmicos de muy alta energía son muy raros, el Observatorio Pierre Auger es inmenso: cuanto mayor sea la trampa, más posibilidades hay de que funcione. El Pierre Auger se extiende a lo largo de 3.000 km2 en plena Pampa Amarilla. Consiste en 1.600 detectores -que son tanques de agua pura-, separados entre sí 1,5 kilómetros. Se complementan con 24 telescopios sensibles a la luz ultravioleta.

La extensión es tanta porque lo que se detecta, en realidad, no son los rayos cósmicos en sí, sino la cascada de partículas secundarias que genera su impacto en la atmósfera. Los rayos cósmicos cruzan el universo casi a la velocidad de la luz y al chocar con la Tierra desencadenan en la atmósfera una lluvia de millones de partículas de menos energía. El frente de esta cascada de partículas llega a ser de 16 kilómetros cuadrados.

Así, cada vez que una partícula penetra en un detector, un ordenador envía por radio una señal a un centro de datos que integra la información de los demás. Además, los telescopios detectan la luz ultravioleta que produce la cascada de partículas a su paso por la atmósfera -como una estrella fugaz, aunque demasiado rápida para que el ojo humano la vea-.

Agujeros negros

El Observatorio Pierre Auger ya ha proporcionado un importante resultado sobre el origen de los rayos cósmicos ultraenergéticos: los inmensos agujeros negros que ocupan el núcleo de galaxias activas serían una fuente probable.

Por ahora los datos muestran una correlación entre la dirección de la que proceden los rayos cósmicos
detectados y la localización de galaxias con grandes agujeros negros en sus núcleos. Cronin insiste, no obstante, en que esta hipótesis aún necesita ser confirmada con más observaciones.

Además, los astrofísicos aún no cuentan con una buena teoría para explicar exactamente el mecanismo de aceleración de las partículas en los agujeros negros. La idea general es que cuando estos sumideros cósmicos de miles de millones de masas solares devoran materia, en sus inmediaciones se emiten chorros de material que se mueve a casi la velocidad de la luz; una partícula presente en el entorno que interaccionara con estos chorros podría convertirse en un súperrayo cósmico.
«Me daba miedo Enrico Fermi, era demasido inteligente»
 James E. Cronin se doctoró en 1955 en la Universidad de Chicago. Recibió muchas clases del legendario físico Enrico Fermi: “Era demasiado inteligente, a mí me daba miedo, lo admiraba”. De Edward Teller, padre de la bomba de hidrógeno estadounidense, cuenta que “no se preparaba las clases en absoluto, para los estudiantes era un desastre”.

Fue una conferencia del premio Nobel Murray Gell-Mann lo que encaminó a Cronin al entonces emergente campo de la física de partículas –que durante décadas, hasta la construcción de los primeros aceleradores de partículas, se desarrolló precisamente gracias al estudio de los rayos cósmicos-.

En 1980 Cronin obtuvo el Premio Nobel de Física –junto a Val Logsdon Fitch- por el descubrimiento de un fenómeno llamado ‘violación CP’, relacionado con el hecho de que exista mucha más materia que antimateria en el universo que observamos.

Cronin es miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias y de la Royal Society de Londres, así como doctor honoris causa por la Universidad Pierre et Marie Curie de París. En 1999 recibió en Estados Unidos la Medalla Nacional de Ciencia y en 2001 la Legión de Honor del Gobierno francés.

Problema MYO 6

Problema MYO 6
Solución MYO 4

sábado, 9 de abril de 2011

Asteroide del tamaño de 4 canchas de fútbol pasará cerca de la Tierra


El Programa de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO) de la NASA detectó que un asteroide denominado 2005 YU55 pasará a 0,85 distancias lunares (200 mil kilómetros) de la superficie de la Tierra el próximo 8 de noviembre.


Descubierto por Robert McMillan el 28 de diciembre del 2005, el asteroide de aproximadamente 400 metros de diámetro presentará una oportunidad única para ser visualmente estudiado por científicos de todo el mundo, ya que podrá ser analizado desde observatorios del hemisferio norte y sur.

Algunas horas después de su paso por la órbita terrestre, 2005 YU55 será accesible ópticamente, aunque la NASA asegura que su observación será una tarea difícil debido a su rápida velocidad.

El asteroide no representa ninguna amenaza para la Tierra, aunque será el primer objeto de similares dimensiones que más se acerca a la superficie hasta la fecha. No se prevee que suceda algo similar hasta el año 2028, cuando el asteroide 2001 WN5 pase a 0,6 distancias lunares.