Una bacteria que se encuentra en la placenta durante el embarazo podría ser responsable del nacimiento prematuro y otros trastornos de desarrollo del neonato, según una nueva investigación en Estados Unidos.
Los científicos de la Escuela Médica de Harvard, el Hospital Brigham de Mujeres y el Hospital Infantil de Boston, afirman que la bacteria, que podría originarse en infecciones de la vagina, podría causar la inflamación del feto que conduce a un parto prematuro.
Si se tratan estas infecciones con medicamentos en las primeras etapas del embarazo se podría prevenir el nacimiento prematuro y otras enfermedades en el recién nacido, explican los científicos en mBio (la revista de la Sociedad Estadounidense de Microbiología).
"La respuesta inflamatoria fetal parece contribuir a la aparición de parto prematuro, lesiones y complicaciones en el feto, que conducen a una vida de desafíos de salud en estos niños" afirma el estudio.
"Nuestro datos sugieren que la colonización de la placenta de grupos específicos de organismos puede incrementar o disminuir el riesgo de un trastorno sistémico inflamatorio" agrega.
Mortalidad y lesiones
En muchos países en desarrollo, el nacimiento prematuro es una de las principales causas de mortalidad de recién nacidos y de graves complicaciones y problemas de desarrollo, que incluyen lesiones cerebrales y daños en órganos y tejidos.
En Estados Unidos, cada año ocurren cerca de medio millón de nacimientos prematuros.
Atacar la colonización de bacteria en la placenta con fármacos específicos o con probióticos en las primeras etapas del embarazo podría ser una estrategia prometedora para prevenir no sólo el nacimiento prematuro sino también las consecuencias inflamatorias devastadoras y de largo alcance en los neonatos prematuros
Dr. Andrew Onderdonk
Aunque no se conoce con precisión la causa de un nacimiento prematuro y muchos factores parecen estar involucrados, los científicos creen que una respuesta inflamatoria en el feto, por una infección, podría ser la responsable.
Estudios anteriores han mostrado que la mitad de las placentas de bebés que nacen antes del segundo trimestre y 41% de las de bebés que nacen por cesárea albergan bacterias.
Para entender cómo ocurre la inflamación los investigadores analizaron muestras de sangre de 527 bebés prematuros nacidos por cesárea y estudiaron las bacterias de sus respectivas placentas.
Descubrieron que la mayoría de las placentas de los bebés cuyas muestras de sangre mostraron altos niveles de una proteína que causa inflamación albergaban una bacteria que provoca una infección común en la vagina, vaginosis bacteriana.
Y descubrieron que las muestras de sangre que contenían los niveles más bajos de esa proteína eran de los bebés cuyas placentas albergaban otro tipo de bacteria, llamada lactobacilo.
Los investigadores afirman que si se tratan las infecciones vaginales podría reducirse la inflamación en el feto y evitar un nacimiento prematuro.
"Nuestros datos revelan que atacar la colonización de bacteria en la placenta con fármacos específicos o con probióticos en las primeras etapas del embarazo podría ser una estrategia prometedora para prevenir no sólo el nacimiento prematuro sino también las consecuencias inflamatorias devastadoras y de largo alcance en los neonatos prematuros" expresa el doctor Andrew Onderdonk, quien dirigió el estudio.